La pandemia por COVID-19 afectó al mundo entero en todos los aspectos. Al ser una situación sin precedentes, el miedo, el estrés y la ansiedad comenzaron a hacerse presentes. Y aunque la situación ha cambiado y mejorado gracias a las medidas de cada país y a la vacunación, continúan siendo emociones presentes en el día a día.
Además de la incertidumbre que provocó en las personas por estar ante una nueva enfermedad, los efectos económicos y laborales que tuvo ésta, también fueron los causantes de vivir emociones que afectaron el bienestar.
El bienestar abarca aspectos físicos, sociales y profesionales, por lo cual si uno de éstos falla, la persona no estará en al 100% y esto termina reflejándose en su familia, su forma de relacionarse, su autoestima y hasta su desempeño laboral.
Estrés y ansiedad en aumento
Sufrir de estrés no es algo nuevo. Debido a los cambios en el estilo de vida, desde hace algunos años es uno de los padecimientos más comunes en las personas adultas y el causante de sufrir otras enfermedades.
Sin embargo, se ha comprobado que los niveles de estrés han aumentado a raíz de la llegada del COVID-19.
El 10% de las empresas reconocen que más de la mitad de su personal se han visto afectados por trastornos psicológicos como ansiedad, depresión y/o estrés postraumático.
Síndrome de burnout
Otro de los padecimientos que se ha hecho más presente que nunca, es el del síndrome de burnout. Una de las causas a las cuales se le atribuye el aumento de casos de burnout, es la carga de trabajo y los horarios extendidos.
Actualmente, se estima que las personas están trabajando en promedio 3 horas más que antes del inicio de la pandemia, y aproximadamente entre el 40% y 70% de las personas, aseguran que trabajan más desde su casa que desde la oficina, debido a lo difícil que es lograr una desconexión absoluta.
Aunado a esto, el 8% de las empresas cree que el riesgo de violencia en el trabajo se ha incrementado en el último año, por culpa del estado mental en el que puede encontrarse su personal.
Flexibilidad y “home office”
Sin duda uno de los elementos que juega un papel importante en el bienestar de las personas, es el sentimiento de seguridad. Por eso, el ofrecer la posibilidad de trabajar desde casa continúa siendo uno de los beneficios más valorados por parte de las y los colaboradores.
La flexibilidad en todos los aspectos laborales será crucial para contribuir favorablemente a la salud mental de las personas. Esto quiere decir, dejar de lado las imposiciones de horarios y enfocarse más en resultados, productividad y compromiso.
Más del 90% de las empresas, tienen claro que es necesario buscar un equilibrio entre flexibilidad, control del tiempo de trabajo y desconexión, para un estilo de vida sostenible para personas y organizaciones.
Apoyo psicológico
Son muchas las situaciones a las que pueden estar expuestas las personas durante tiempos de pandemia. Por eso, es importante que las empresas estén preparadas para brindar apoyo psicológico, tanto para prevenir problemas de salud mental, como para ayudar a lidiar con ellos.
De cara a esta problemática, algunos de los cuestionamientos que deberían realizarse como empresa, son:
- ¿Cómo se encuentran las y los trabajadores emocionalmente?
- ¿Contamos con alguna herramienta de diagnóstico de salud mental?
- ¿Necesitan apoyo psicológico?
Casi el 60% de las personas trabajadoras están satisfechas con las medidas de apoyo emocional por parte de la organización durante la pandemia, siendo 23% las que están en desacuerdo.
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